lunes, junio 23, 2008

¿Qué nos está pasando?

Amelia tiene 85 años. Pertenece a esa generación de personas fuertes, física y moralmente, que sobrevivieron a la guerra y a la posguerra, con sus miserias y sus cartillas de racionamiento. Tuvo un montón de hijos, a los que siguieron nietos y bisnietos, y vive en su casa de siempre "mientras el cuerpo aguante". Hace unos días, volviendo de la compra en la plaza de Kennedy, a media mañana, tropezó y cayó al suelo. No hubo grandes heridas ni sangre, sólo magulladuras, cardenales y dolores que quedaron ahí durante algunos días como testimonio del infortunio. Y un buen susto, por supuesto. Nadie acudió en su ayuda. Ni un solo peatón de cuantos pasaron a su lado le preguntó siquiera si se había hecho daño y si necesitaba algo. Eso fue lo que más le dolió.

La semana pasada, Francesc acompañaba a su hijo Pol al colegio en moto, por la Ronda de Dalt, a velocidad lenta porque había una circulación muy densa. De repente, reventó la rueda y ambos cayeron al suelo; Pol quedó debajo de la moto, inmóvil y asustado. La furgoneta que iba detrás de ellos tuvo que frenar bruscamente. Se oyeron pitidos y protestas, pero nadie, ni uno solo de los conductores, bajó del coche a preguntar a los accidentados cómo estaban o si necesitaban ayuda. Llegó una ambulancia y más de una patrulla policial, instaron al conductor a retirar inmediatamente el vehículo de la Ronda. Y tuvo que ser él mismo quien arrastrase la moto para subirla por la rampa de salida de la Ronda, vigilando que otros coches que salían por allá no complicasen aún más las cosas a él ni a su hijo. Cuando, por fin, llegó a Urgencias, le diagnosticaron una fractura de rótula, le enyesaron la pierna y le prescribieron que no anduviera durante un par de semanas.


Esta misma mañana he asistido al concierto de bocinazos que algunos conductores han brindado a un colega a quien se le ha estropeado el coche en la calle de Aragó. Uno, de paso, le ha dedicado unos insultos. Y así es como parece que andamos, a día de hoy, la mayoría: cada uno a su bola, pendiente de lo suyo, ignorando lo que acontece a quienes se nos cruzan por delante. Por cierto... al techo no le iría nada mal una mano de pintura.

2 comentarios:

Moisès Rial Medina dijo...

No a la directiva Europea de les 65 hores setmanals aprovada amb l´abstenció del liberal Celestino Corbacho: http://www.facebook.com/group.php?gid=16482433733

Volem partits Catalunya - Espanya oficials!:
http://www.facebook.com/group.php?gid=17672766767

Anónimo dijo...

m'ha agradat molt que m'enviéssiu notícies des de nicaragua.
veig que esteu absolutament adaptats al país i això sempre és bo.
us desitjo tot el millor des de bcn amb força calor i els ànims a tope.
petons per tots
anna