El Washington Post recoge en su sección de ecos de sociedad el desplante del ex presidente en un restaurante de la capital, cuando abandonó a los comensales que habían pagado por degustar una “Paella a la Aznar” porque entre ellos figuraban periodistas. La dueña del local ha señalado que ni los famosillos de televisión implicados se atreven a dar tan chapuceros esquinazos.El desplante de Aznar en un restaurante de la capital estadounidense ha llegado a las páginas de su principal diario, el famoso Washington Post. El ex presidente protagoniza una de las secciones más influyentes del periódico, y no precisamente la de política, sino la de ecos de sociedad.
El artículo “Aznar no, pero mucha paella”, señala cómo el ahora profesor universitario abandonó un restaurante a pesar de ser el reclamo para que los ochenta comensales pagaran su asistencia, molesto por la presencia de periodistas. La dueña del local, Carol Joynt, anunció más tarde irónicamente la suspensión del acto "Paella a la Aznar".
El Washington Post recoge cómo Joynt criticaba el desaire, señalando que ni los famosillos de televisión implicados en los más sórdidos escándalos se atreven a dar tan chapuceros esquinazos.
Aparecer como un maleducado en los ecos de sociedad de un medio tan influyente ha debido ser un duro golpe para alguien extremadamente celoso de su imagen pública como Aznar, que ahora intenta ganarse un prestigio académico. Precisamente eligió para su "espantada" un restaurante de Washington donde, de forma habitual, se realizan este tipo de encuentros con altas personalidades de la esfera internacional.
1 comentario:
Lo de juntar los conceptos "Aznar" (sí, es ya un concepto) y "buena imagen" me da tanta risa que me voy a ir yo a comer una paella para celebrarlo.
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