lunes, mayo 23, 2011

De la indignación al proyecto colectivo

Daniel Innerarity en Babelia:



"...no nos sobra indignación sino todo lo contrario. Indignación la hay en todas partes: basta hacer un poco de zapping y uno se encuentra, sobre todo, gente indignada (preferentemente en los canales de la extrema derecha). Indignados están, por ejemplo, los que creen que el Estado de bienestar disminuye pero también los que consideran que está yendo demasiado lejos, los que piensan que ya hay demasiados extranjeros, los fanáticos de todo tipo, aquellos cuyo miedo ha sido agitado por quienes aspiran a gestionarlo".



"Se podría hablar de una función conservadora de la indignación que estabiliza los sistemas como lo hacen las válvulas de escape o las canas al aire, tan funcionales a la hora de dejar las cosas como están. Ese algo más que necesitamos para transitar hacia un mundo mejor no es una mayor exageración dramática de nuestro descontento; es, de entrada, una buena teoría que nos permita comprender lo que está pasando en el mundo sin caer en la cómoda tentación de escamotear su complejidad. Sólo a partir de entonces pueden formularse programas, proyectos o liderazgos que permitan un tipo de intervención social eficaz, coherente y capaz de resultar atractiva para una mayoría que no esté formada sólo por gente cabreada".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Els joves de plaça catalunya preguntan: On són els intelectuals? Veig q envoltats de análisis, teorias, debats, diaris, revistas, llibres, més debats, una copa, un sopar, unas risas i qui día pasa any empeny. Els nostres intelectuals s'han fet vells i s'han quedat muts?

Àlex Masllorens dijo...

Jo hi he vist força intel·lectuals a plaça Catalunya, en un sentit molt ampli del terme i, per descomptat, no negatiu. I està bé que hi siguin. I consti que a mi em sembla molt útil fer anàlisis i meditar, sobretot respecte del futur i les possibles alternatives a una situació que seria dramàtic pensar que no té sortida.